Wednesday, 31 December 2008
Yehudah Halevi
Dalia Ravicovich
Morir como Raquel,
cuando el alma tiembla como el aire
que aspira evadirse.
Mas allá de la tienda están atemorizados Yaacov y Josef,
hablan en ella estremeciéndose,
todos los hechos de su vida que se agitan
Como un niño que se apronta a nacer.
Cuán difícil.
El amor de Yaacov la consumió
por entero.
Ahora que el alma la abandona
no tiene deseos de nada.
De pronto gritó el niño,
Yaacov entró a la tienda.
Mas Raquel ya no siente nada,
Edna le lava el rostro
y la cabeza.
Grande es el reposo ahora,
su aliento ya no agitará la pluma.
La dejaron entre las piedras del monte
sin que la deploraran.
Morir como Raquel
quisiera yo.
Shin Shalom
DEDICACIÓN
Para que los versos de mi canto fueren
construidos con esplendor,
destruí mi casa piedra por piedra.
Para que su corona irradiara colores radiantes,
mezclé mi sangre con sus matices,
Para que fueren para mí la única cosa del mundo,
destruí mi felicidad con mis propias manos.
Para que fueren para mí padre y madre, esposa e hijos,
quedé solo y sin ninguno.
Para que se pudieren elevar a lo alto y volar
arremetí contra mí, sin piedad.
Ahora, no me queda nada bajo el cielo:
llévalos entonces, contigo.
Itzjak Shalev
Ya me reconcilié con los restos de mi pueblo,
mas con los pequeños remanentes del pueblo mío no me he reconciliado todavía.
Día a día enseño a los treinta alumnos de mi clase
y sus sesenta ojos ven en mí diariamente a un Todopoderoso,
y sus sesenta manitas, como si se apoyaran en mí
y sus sesenta piernecitas corren cuando grito
¡A la fila, niños!
Por eso, me parece, cada día
que no sesenta
sino sesenta miríadas de otros ojos
– de aquellos que no pude socorrer
están frente a mí.
Sesenta miríadas de piernecitas, que no pueden correr
cuando grito
"¡A la fila, niños!"
Y son otras sesenta miríadas de manitas, magras y quemadas
que indican pidiéndome el uso de la palabra
T. CARMI
NO FUI YO
No fui yo quien se quejó,
primero, porque no es bonito
y segundo, porque fue la noche,
que se sacó una estrella del corazón.
No, no fui yo,
fue el muro que gritó,
cuando le arrancaron el musgo.
No soy yo el que arde,
sino la zarza
que lanzó la voz.
Y tercero,
acaso no crezco yo a tu lado
silencioso como una piedra
y lejano como la noche.
No fui yo, no fui yo.
Friday, 26 December 2008
Jag Janukah Sameaj!
Tuesday, 23 December 2008
Sunday, 21 December 2008
Saturday, 13 December 2008
Sunday, 26 October 2008
Sunday, 19 October 2008
Saturday, 11 October 2008
Friday, 10 October 2008
Wednesday, 8 October 2008
Sunday, 5 October 2008
Saturday, 4 October 2008
Sunday, 28 September 2008
Saturday, 27 September 2008
Wednesday, 24 September 2008
Wednesday, 3 September 2008
Yehudah Amijai
Los judíos son como fotografías expuestas en un escaparate
todos juntos en distintas alturas, vivos y muertos
novios y novias, jóvenes de bar mitzvá con bebés.
Y hay fotografías reconstruidas de viejos retratos amarillentos.
Y a veces vienen y rompen la vitrina
y queman las fotos. Entonces se empieza
a fotografiar y a revelar de nuevo
y a representarles doloridos y sonrientes.
Rembrandt los pintó con turbantes
turcos, bellos como el oro viejo.
Chagall los pintó volando por el aire
y yo los pinto como mi padre y como mi madre.
Los judíos son la guardia eterna de un bosque
de árboles plantados tan juntos que ni siquiera los muertos
pueden tumbarse. Se mantienen apoyados sobre los vivos
y no hay quien los distinga. Sólo el fuego,
que quemará a los muertos más deprisa.
Y ¿qué hay de Dios? Dios permanece
como el perfume de una bella mujer que pasa de largo
y a la que nadie ve,
pero su perfume permanece, clases de perfumes,
creador de clases de perfumes.
Y la sukká recuerda a su vez
la marcha por el desierto que recuerda
la gracia de la juventud y las tablas de la alianza
y el oro del becerro de oro y la sed y el hambre
que recuerdan Egipto.
y ¿qué hay de Dios? Según el acuerdo
de la expulsión del paraíso y del templo
Dios ve a sus hijos sólo una
vez al año, en Yom Kippur.
Los judíos no son un pueblo histórico,
ni siquiera un pueblo arqueológico, los judíos
son un pueblo geológico con ruinas,
derrumbes, estratos y lava ardiente.
Hay que medir su historia
con otro metro.
Los judíos están pulidos con sufrimiento y abrillantados con tormentos,
como guijarros en la playa.
Se distingue a los judíos sólo cuando mueren
como se distingue a los guijarros del resto de las piedras:
cuando una mano fuerte los arroja,
saltan dos o tres veces
sobre la superficie del agua antes de hundirse.
Hace tiempo me encontré con una guapa mujer
cuyo abuelo me circuncidó
mucho antes de que ella naciera. Le dije,
tú no me conoces y yo no te conozco,
pero somos el pueblo judío,
tu abuelo está muerto y yo circuncidado y tú eres la guapa nieta
de pelo dorado: somos el pueblo judío.
Y ¿que hay de Dios? antes cantábamos
"No existe Dios como el nuestro", ahora cantamos, "Nuestro Dios no existe"
pero cantamos, todavía cantamos.
Saturday, 16 August 2008
Sunday, 10 August 2008
Saturday, 2 August 2008
Monday, 23 June 2008
Saturday, 14 June 2008
Wednesday, 11 June 2008
Thursday, 29 May 2008
Sunday, 25 May 2008
Arthur Schnitzler
Saturday, 24 May 2008
Wednesday, 21 May 2008
un golem de beksinski y un golem de borges
el nombre es arquetipo de la cosa
en las letras de 'rosa' está la rosa
y todo el Nilo en la palabra 'Nilo'.
Y, hecho de consonantes y vocales,
habrá un terrible Nombre, que la esencia
cifre de Dios y que la Omnipotencia
guarde en letras y sílabas cabales.
Adán y las estrellas lo supieron
en el Jardín. La herrumbre del pecado
(dicen los cabalistas) lo ha borrado
y las generaciones lo perdieron.
Los artificios y el candor del hombre
no tienen fin. Sabemos que hubo un día
en que el pueblo de Dios buscaba el Nombre
en las vigilias de la judería.
No a la manera de otras que una vaga
sombra insinúan en la vaga historia,
aún está verde y viva la memoria
de Judá León, que era rabino en Praga.
Sediento de saber lo que Dios sabe,
Judá León se dió a permutaciones
de letras y a complejas variaciones
y al fin pronunció el Nombre que es la Clave,
la Puerta, el Eco, el Huésped y el Palacio,
sobre un muñeco que con torpes manos
labró, para enseñarle los arcanos
de las Letras, del Tiempo y del Espacio.
El simulacro alzó los soñolientos
párpados y vio formas y colores
que no entendió, perdidos en rumores
y ensayó temerosos movimientos.
Gradualmente se vio (como nosotros)
aprisionado en esta red sonora
de Antes, Después, Ayer, Mientras, Ahora,
Derecha, Izquierda, Yo, Tú, Aquellos, Otros.
(El cabalista que ofició de numen
a la vasta criatura apodó Golem;
estas verdades las refiere Scholem
en un docto lugar de su volumen.)
El rabí le explicaba el universo
"esto es mi pie; esto el tuyo, esto la soga."
y logró, al cabo de años, que el perverso
barriera bien o mal la sinagoga.
Tal vez hubo un error en la grafía
o en la articulación del Sacro Nombre;
a pesar de tan alta hechicería,
no aprendió a hablar el aprendiz de hombre.
Sus ojos, menos de hombre que de perro
y harto menos de perro que de cosa,
seguían al rabí por la dudosa
penumbra de las piezas del encierro.
Algo anormal y tosco hubo en el Golem,
ya que a su paso el gato del rabino
se escondía. (Ese gato no está en Scholem
pero, a través del tiempo, lo adivino.)
Elevando a su Dios manos filiales,
las devociones de su Dios copiaba
o, estúpido y sonriente, se ahuecaba
en cóncavas zalemas orientales.
El rabí lo miraba con ternura
y con algún horror. '¿Cómo' (se dijo)'
pude engendrar este penoso hijo
y la inacción dejé, que es la cordura?'
'¿Por qué di en agregar a la infinita
serie un símbolo más? ¿Por qué a la vana
madeja que en lo eterno se devana,
di otra causa, otro efecto y otra cuita?'
En la hora de angustia y de luz vaga,
en su Golem los ojos detenía.
¿Quién nos dirá las cosas que sentía
Dios, al mirar a su rabino en Praga?
Tuesday, 13 May 2008
Tuesday, 29 April 2008
Wednesday, 23 April 2008
Sunday, 20 April 2008
Friday, 21 March 2008
Monday, 17 March 2008
Leon Zeldis
Recuerda: tu vida comienza ¡AHORA!
Sunday, 16 March 2008
Leon Zeldis
Algunos pensadores opinan que una persona racional, cuya visión del mundo está basada en hechos científicos, no puede aceptar la existencia de un ser superior, omnipotente, omnisapiente, conocido con el nombre de Dios.
Primeramente, la naturaleza de Dios no puede ser descrita ni imaginada por la mente humana. Para dar un ejemplo, no somos capaces de concebir el infinito. Piensa un momento en el espacio que se extiende, se extiende y se sigue extendiendo, ¿hasta donde? ¿Qué hay más allá, donde termina? Lo mismo sucede con el tiempo. ¿Podemos acaso concebir el fin del pasado, o el límite del futuro? Dios no está limitado por estos conceptos, está más allá de toda definición (de-finir es poner un fin, delimitar) y por lo tanto no le podemos asignar propiedades o cualidades que conocemos en nuestro mundo material, cualidades como sabiduría, fuerza, compasión, justicia, etc.
El nombre mismo, Dios, es simplemente una metáfora para designar algo que es fundamentalmente incomprensible. En la Biblia está escrito que cuando Moisés habla con Dios y le pregunta su nombre, la respuesta que recibe es "Soy lo que soy" (en hebreo: Ehyié asher ehyié). Es decir, Dios es como es y no tiene nombre, no tiene definición. Los judíos al rezar se refieren a Dios como "Hashem", el Nombre, es decir, el nombre que no conocemos.
Leon Zeldis
Las religiones monoteístas han fracasado. Probablemente pretendían demasiado. Prometían demasiado. Sus contradicciones son tan evidentes que llegó un momento en que el hombre, liberado de la ignorancia y de fantasías románticas, consiguió dejar de hacer la vista gorda ante las paradojas de lo escrito frente a la vida real. El Dios de las religiones institucionales, esa figura omnipotente, omnisciente y todopoderosa, amante de sus creyentes y compasivo, murió en los hornos crematorios de Auschwitz, languidece donde los niños mueren diariamente de hambre, y cae abatido por las balas del asesino, la picana eléctrica del torturador, la hipodérmica del drogadicto y el explosivo del terrorista.
Si Dios es bueno y justo, si El constituye la cumbre y el epítome de todo lo que es bueno y positivo en la creación, ¿cómo reconciliar esto con la existencia del mal, la miseria, el crimen y la enfermedad? Alegar que Dios actúa según criterios que escapan la razón del hombre, y que lo que llamamos mal en realidad no lo es, o que el dolor está destinado a salvarnos de un mal mayor, es evadir la pregunta. Aunque supusiéramos que desde un cierto punto de vista el bien y el mal fueran indistinguibles, el hecho sigue vigente que nosotros, en nuestro plano humano, seguimos experimentando el bien y el mal, el placer y el dolor en nuestra carne, nuestra mente; no es Dios quien lo experimenta, y por lo tanto, si Dios es bueno, ¿no debiera librar sus criaturas de tales dolorosas y degradantes experiencias?