Monday 15 December 2014

Sunday 23 November 2014

David Broza


"Stav Mesukan"
El otoño es peligroso, es bueno recordarlo. 

Saturday 25 October 2014

Sharon Maymon y Tal Granit



"La Fiesta de despedida"

Espiga de Oro en la SEMINCI de Valladolid
Premio a la mejor actriz exaequo para Levana Finkelshtein y Aliza Rozen

Frank Gehry Premio Principe de Asturias de las Artes 2014





"La Casa Danzante", Praga, República Checa


imagenes tomadas de wikipedia

Friday 3 October 2014

Saturday 20 September 2014

Leonard Cohen



"I cried for you this morning

And I’ll cry for you again

But I’m not in charge of sorrow

So please don’t ask me when."

de "A Street"

Leonard Cohen


Tuesday 26 August 2014

Tomer Hanuka


La vida de Pi


Robado de aquí

Tomer Hanuka



Cubierta de "Filosofía en el tocador" del Marques de Sade
Penguin Classic Editions

Robado de aquí

Tomer Hanuka






 Mas de Tomer Hanuka en su web y su blog

Thursday 21 August 2014

Asaf Hanuka


La guerra desde Tel Aviv

No es un pájaro


90 segundos


Dame refugio
 
Robado en

Asaf Hanuka


Asaf Hanuka


Tuesday 19 August 2014

Lauren Bacall Z'L




La eterna Bacall, ¿quién puede olvidar semejante escena?

Tuesday 1 July 2014

Kadish


Por Eyal, Gilad y Naftali

Friday 9 May 2014

Saturday 26 April 2014

Sinagoga Maguen David



Exterior de la Sinagoga Magen David, Calcuta (Kolkata), la India

tomado de wikipedia

Sinagoga Maguen David

Detalle del Interior de la Sinagoga Magen David, Calcuta (Kolkata), La India

tomado de moongo

Sinagoga Maguen David

Interior de la Sinagoga Magen David en Calcuta, La India

robado (literalmente) de jewishphotolibrary

Friday 21 February 2014

Shlomo Artzi


"Hi lo yodaat ma ober alai"
(Ella no sabe lo que me pasa)



Friday 7 February 2014

Monday 27 January 2014

Primo Levi




Potasio

 
En enero de 1941, la suerte de Europa y del mundo parecía echada. Solamente algún iluso podía pensar todavía que Alemania no iba a ganar la guerra. Los estólidos ingleses «no habían caído en la cuenta de que tenían perdida la partida», y resistían obstinadamente a los bombardeos, pero estaban solos y sufrían sangrientos reveses en todos los frentes. Únicamente quien se hiciera el ciego o el sordo podía abrigar dudas acerca del destino que les esperaba a los judíos en una Europa alemana. Habíamos leído «Los hermanos Oppenheim» de Feuchtwanger, importado clandestinamente de Francia, y un «Libro Blanco» inglés, llegado de Palestina, en el que se describían las «atrocidades nazis»; habíamos creído la mitad, pero ya era bastante. A Italia habían venido a parar muchos huidos de Polonia y de Francia, y habíamos hablado con ellos. No conocían los detalles de la carnicería que se estaba desarrollando bajo un monstruoso velo de silencio, pero cada uno de ellos era un mensajero, como los que acuden a Job para decirle «sólo he quedado vivo para contarlo».

Y sin embargo, si se quería vivir, si se quería sacar algún tipo de partido de la juventud que nos corría por las venas, no quedaba precisamente más recurso que el de la ceguera voluntaria. Al igual que los ingleses, «no caíamos en la cuenta», rechazábamos todas las amenazas, confinándolas al limbo de las cosas no percibidas u olvidadas inmediatamente. También se podía, en abstracto, tirarlo todo y salir huyendo, trasplantarse a algún país lejano, mítico, elegido entre los pocos que seguían manteniendo abiertas sus fronteras, como Madagascar y Honduras Británica; pero para hacer una cosa así hacía falta mucho dinero y una capacidad de iniciativa fabulosa, y tanto yo como mi familia y mis amigos no poseíamos ni uno ni otra. Por otra parte, vistas de cerca y en detalle, las cosas no parecían tampoco tan espantosas. La Italia que nos rodeaba, o mejor dicho Turín y el Piamonte (porque en aquel tiempo se viajaba poco), no nos eran enemigos. El Piamonte era nuestra verdadera patria, aquella en la cual nos reconocíamos. Las montañas que circundaban Turín, visibles en los días claros y a tiro de bicicleta, eran nuestras, insustituibles, y nos habían enseñado el cansancio, el aguante y una cierta sabiduría. En una palabra, nuestras raíces, no poderosas pero sí profundas, dilatadas y fantásticamente entrelazadas, estaban en Turín y el Piamonte.



fragmento de El Sistema Periodico

Wednesday 22 January 2014

Cafe Shajor Hazak


Israel

¿Otra taza de café?

Cafe Shajor Hazak


¿Alguien quiere un café negro fuerte?