Friday 26 January 2007

Benjamín Fondane

Éxodo

A ti te hablo, hombre de los antípodas. Hablo de hombre a hombre, con lo poco que en mí queda del Hombre, con la poca voz que me resta en la garganta, mi sangre está sobre los caminos. ¡Pueda ella, pueda ella no gritar venganza!

El halalí ha sonado. Los animales son perseguidos: dejadme hablaros con esas mismas palabras que tuvimos en herencia. ¡Pocas quedan inteligibles!

Un día vendrá, es seguro, la sed apaciguada, estaremos más allá del recuerdo. La muerte habrá terminado los trabajos del odio. Seré un ramo de ortigas bajo vuestros pies. Entonces... ¡Pues bien! Sabed que tenía un rostro como vosotros; una boca que rezaba, como vosotros...

He leído, como vosotros, todos los periódicos, los libros, y nada he comprendido en el mundo, Y nada he comprendido en el Hombre, aunque a menudo me haya ocurrido afirmar lo contrario.

Y cuando la muerte, la muerte, haya venido, tal vez haya pretendido saber lo que era; pero verdad, puedo decíroslo en esta hora. Ha entrado toda ella en mis ojos atónitos, asombrados de comprender tan poco. ¿Habéis comprendido mejor que yo?

¡Y, sin embargo, no! Yo no era un hombre como vosotros. No habéis nacido sobre los caminos. Nadie ha echado al albañal vuestros hijos, como gatos todavía sin ojos. No habéis errado de ciudad en ciudad, perseguidos por los policías, no habéis conocido los desastres del alba, los vagones para ganado y el sollozo amargo de la humillación, acusados de un delito que no habíais hecho, del crimen de existir... Cambiando de nombre y de rostro para no llevar un nombre que han increpado... ¡Un rostro que había servido a todo el mundo de escupidera!

…Cuando piséis ese ramo de ortigas que había sido yo en otro siglo, en una historia para vosotros pasada, acordaos solamente de que era inocente Y que, como vosotros, mortales, ese día había tenido, yo también, un rostro marcado por la cólera, por la piedad y la alegría.

Un rostro de hombre... simplemente

filosofo judío francés deportado a Auschwitz

1 comment:

Anonymous said...

Este poema llega al alma de quien lo lee, me llamó mucho la atención su significado, yo he leído Cólera de la visión de este mismo filósofo y quien lee los dos, se pregunta: ¿Hasta cuándo el hombre va a seguir acabando con el hombre? ¿No hay dolientes acaso que les haya dolido lo que le pasó no solamente a los judíos, sino a los gitanos, polacos? Pocas personas sacrificaron todo por evitar que algunos perseguidos tuvieran la suerte de morir bajo las manos de un régimen que buscaba la destrucción de un pueblo. La humanidad no ha aprendido de este genocidio que nunca debió ocurrir, si se menciona las guerras que han sucedido y otras que están ocurriendo, vemos que pagan personas inocentes, se puede mencionar los 60 refugiados que murieron en un campo para refugiados a causa de un bombardeo, ¿Qué culpa tenían ellos sobre ese enfrentamiento político que fue causado por una nimiedad? Una nimiedad que se pudo solucionar pacíficamente, hablando como personas civilizadas. A lo que el hombre ha llegado, solucionar nimiedades con guerras matando inocentes, inocentes que nada tienen que ver con los enfrentamientos entre soberanos, por así decirlo. Todos somos iguales a los ojos del Creador y nadie, ningún humano tiene derecho, porque no lo tiene, de quitarle la vida a una persona o a seis millones de personas por el hecho de ser judíos, homosexuales, negros o gitanos. En la Edad Media, la iglesia persiguió y condenó a la hoguera las personas que tenían pensamientos distintos, Galileo Galilei que fue enjuiciado nada más por opinar que la tierra era redonda, el mismo Nicolás Copérnico fue perseguido por el Santo Oficio que todos conocen como la inquisición por seguir los estudios de Copérnico. Durante los 60 se vio en Estados Unidos cómo los blancos se enfrentaban con la gente de color porque los consideraban inferiores por el hecho de no ser blancos y aunque los discursos de Martin Luther King por la lucha de los derechos civiles nunca fueron escuchados ya que tanto luchó por la igualdad de derechos civiles y que a la final, llegó un desalmado a asesinarlo, por el simple hecho de no estar de acuerdo con su discurso de igualdad. Otro caso fue Mahatma Ghandi, otro que luchó por los derechos civiles en su país y corrió la misma suerte de Luther King, no se debería decir esto pero Ghandi por algo no recibió el Premio Nobel a la Paz, debido a su posición política al respecto, no estoy de acuerdo que a pesar de que haya peleado por los derechos civiles en su país haya declarado:los judíos ganarán el amor de Dios al ir voluntariamente hacia sus muertes. En sus discursos hay inconsistencia entre su posición de no violencia y un supuesto maltrato a las mujeres y también supuestas declaraciones racistas contra los africanos en su estadía en Sudáfrica. Durante el conflicto indio-pakistaní, Gandhi hizo públicas sus ideas acerca de obviar las políticas de paz y no violencia contra Pakistán en caso de hostilidades, muy en oposición a sus opiniones acerca del conflicto bélico entre Gran Bretaña y la Alemania nazi. ¿Cómo Ghandi pudo decir lo mencionado arriba sabiendo lo que un loco maníaco como Hitler estaba haciendo por racismo? Si le hubiese importado lo que estaba pasando fuera de su país, hubiese hecho lo mismo que Schindler, arriesgarse para salvar a los judíos que trabajaban en las fábricas de ser trasladados a los campos de la muerte o lo que hizo Gizela Fleischmann quien trató de impedir la matanza.
¿Cuándo llegará el momento en que el ser humano no destruya a los demás por pensamiento, etnia o religión, por opinar diferente, por ser diferente? Todos somos diferentes y no hay nada nocivo en serlo, todos tenemos ese derecho, el derecho de pensar y de ser diferentes, hay que respetar ese derecho, el hombre tiene que aprender a respetar las diferencias que hayan, hay que respetar las diferentes etnias y religiones e incluso los pensamientos de cada persona, no llegar a aniquilar o perseguir a alguien por el hecho de ser diferente o de pensar diferente.

Admiro a esas personas que sobrevivieron a esa atrocidad, porque el régimen cayó, pero lograron vencer y no dejaron que los vencieran ni tampoco se rindieron ni se doblegaron ante nadie, el hombre tiene que dejar las armas, porque no les servirá de nada, la violencia no salva ni a la humanidad ni a nadie.